Visión actual del Tránsito Internacional de mercancías en México
Laura Iliana Sánchez Corona
Con el aumento del comercio mundial el movimiento de mercancías entre países se ha convertido en un proceso complejo que, requiere el paso de los bienes y transportes por diversas fronteras, lo que implica múltiples aspectos a considerar por parte de los usuarios y en particular, por las autoridades aduaneras, en materia de trámites, requisitos, revisiones y en general, cumplimiento de normativas.
Es por ello por lo que, los gobiernos han establecido acuerdos internacionales para regular el tránsito de carga, con el objetivo de sistematizar, agilizar y, sobre todo, facilitar el movimiento de mercancías.
En el caso de México, se han firmado diversos acuerdos en materia comercial que incluyen las operaciones de tránsito internacional. El mejor ejemplo de ellos es el Tratado México Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que abarca la principal región de intercambio de mercancías para México.
En el capítulo 7. Facilitación del Comercio, el T-MEC establece diversas guías generales de cómo opera el régimen de tránsito a través de los tres países, como: el procesamiento anticipado de la documentación y los datos necesarios para el tránsito antes de la llegada de las mercancías; el no requerir el uso de convoy aduanero o escoltas aduaneras; la presentación de una fianza u otra garantía sobre las mercancías en tránsito, la cual, incluso global podrá cubrir múltiples operaciones del mismo operador y que las formalidades, los requisitos de documentación y los controles aduaneros no serán más gravosos que lo necesario para identificar las mercancías en tránsito y los requisitos que cada país determine sean cumplidos.
Si bien esta normativa internacional, promueve un el flujo ágil de mercancías en tránsito, se requieren mayores esfuerzos para facilitar el movimiento de mercancías entre los países que integran esta región e incluso con terceros países de América Latina.
De un análisis del marco normativo del tránsito internacional en México, es de destacar que no se encuentra contemplado el uso de sistemas de garantías regionales o internacionales, el cual, de ser implementado facilitaría aún más el tráfico de mercancías a través de los países, al no requerir cumplir con el requisito de pago de fianza en cada uno de ellos.
Para ello, se debe trabajar en un marco legal que lo contemple, procedimientos homologados y un sistema de reconocimiento mutuo, a su vez, implica el desarrollo de plataformas tecnológicas que permitan el intercambio de información en tiempo real, la trazabilidad de las operaciones y análisis de riesgo conjunto.
Es por ello por lo que, los gobiernos han establecido acuerdos internacionales para regular el tránsito de carga, con el objetivo de sistematizar, agilizar y, sobre todo, facilitar el movimiento de mercancías.
En el caso de México, se han firmado diversos acuerdos en materia comercial que incluyen las operaciones de tránsito internacional. El mejor ejemplo de ellos es el Tratado México Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que abarca la principal región de intercambio de mercancías para México.
En el capítulo 7. Facilitación del Comercio, el T-MEC establece diversas guías generales de cómo opera el régimen de tránsito a través de los tres países, como: el procesamiento anticipado de la documentación y los datos necesarios para el tránsito antes de la llegada de las mercancías; el no requerir el uso de convoy aduanero o escoltas aduaneras; la presentación de una fianza u otra garantía sobre las mercancías en tránsito, la cual, incluso global podrá cubrir múltiples operaciones del mismo operador y que las formalidades, los requisitos de documentación y los controles aduaneros no serán más gravosos que lo necesario para identificar las mercancías en tránsito y los requisitos que cada país determine sean cumplidos.
Si bien esta normativa internacional, promueve un el flujo ágil de mercancías en tránsito, se requieren mayores esfuerzos para facilitar el movimiento de mercancías entre los países que integran esta región e incluso con terceros países de América Latina.
De un análisis del marco normativo del tránsito internacional en México, es de destacar que no se encuentra contemplado el uso de sistemas de garantías regionales o internacionales, el cual, de ser implementado facilitaría aún más el tráfico de mercancías a través de los países, al no requerir cumplir con el requisito de pago de fianza en cada uno de ellos.
Para ello, se debe trabajar en un marco legal que lo contemple, procedimientos homologados y un sistema de reconocimiento mutuo, a su vez, implica el desarrollo de plataformas tecnológicas que permitan el intercambio de información en tiempo real, la trazabilidad de las operaciones y análisis de riesgo conjunto.
En este sentido, México ha implementado diversas acciones, para agilizar el tránsito internacional de mercancías, no solo con nuestros vecinos del norte, si no para servir de puente entre las regiones de Asia y Europa, a través de proyectos de infraestructura que permita llevar mercancías entre los océanos Pacifico y Atlántico, de forma rápida, segura y a bajo costo.
Asimismo, la normativa nacional ha procurado ser lo menos prohibitiva posible en cuanto a las mercancías que pueden ser objeto del régimen de tránsito internacional, restringiendo únicamente bienes que pueden representar un riesgo a la población de no finalizar su paso por el país y permanecer ilegalmente en él, como son: llantas y ropa usada, plaguicidas, fertilizantes y sustancias tóxicas, residuos peligrosos y mercancías que causan desequilibrios ecológicos y al ambiente, Armas, cartuchos, explosivos y otras mercancías sujetas a permiso o autorización de la Secretaría de la Defensa Nacional, entre otras.
En esta tesitura, en los últimos años la autoridad aduanera de México ha tomado medidas importantes para mejorar la eficiencia del tránsito internacional de bienes, incluida la digitalización y automatización de procesos en las aduanas, con herramientas como la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCEM), los manifiestos electrónicos y el desarrollo de nuevos sistemas de despacho, con el propósito de optimizar la entrada y salida de mercancías del territorio nacional, incrementar las medidas de vigilancia que inhiban o identifiquen actos ilícitos y que permitan actuar oportunamente ante aquéllos que atenten contra la seguridad nacional. Estas acciones han reducido los tiempos de tránsito y los costos para las empresas, convirtiendo a México en un lugar más atractivo para el comercio y la inversión.
A pesar de que la ubicación estratégica de México lo convierte en un actor clave en el comercio internacional, y del éxito de estas medidas, existen diversas áreas de oportunidad para mejorar la eficiencia y competitividad en el tránsito internacional de mercancías en México; la logística e infraestructura del país, en particular su red vial, necesita modernización y expansión; simplificación de procesos en el despacho aduanero en coordinación con actores parte de la cadena logística y una coordinación entre autoridades de todos los ámbitos de gobiernos para permitir un tránsito ágil, eficaz y seguro por el territorio.
Asimismo, la normativa nacional ha procurado ser lo menos prohibitiva posible en cuanto a las mercancías que pueden ser objeto del régimen de tránsito internacional, restringiendo únicamente bienes que pueden representar un riesgo a la población de no finalizar su paso por el país y permanecer ilegalmente en él, como son: llantas y ropa usada, plaguicidas, fertilizantes y sustancias tóxicas, residuos peligrosos y mercancías que causan desequilibrios ecológicos y al ambiente, Armas, cartuchos, explosivos y otras mercancías sujetas a permiso o autorización de la Secretaría de la Defensa Nacional, entre otras.
En esta tesitura, en los últimos años la autoridad aduanera de México ha tomado medidas importantes para mejorar la eficiencia del tránsito internacional de bienes, incluida la digitalización y automatización de procesos en las aduanas, con herramientas como la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCEM), los manifiestos electrónicos y el desarrollo de nuevos sistemas de despacho, con el propósito de optimizar la entrada y salida de mercancías del territorio nacional, incrementar las medidas de vigilancia que inhiban o identifiquen actos ilícitos y que permitan actuar oportunamente ante aquéllos que atenten contra la seguridad nacional. Estas acciones han reducido los tiempos de tránsito y los costos para las empresas, convirtiendo a México en un lugar más atractivo para el comercio y la inversión.
A pesar de que la ubicación estratégica de México lo convierte en un actor clave en el comercio internacional, y del éxito de estas medidas, existen diversas áreas de oportunidad para mejorar la eficiencia y competitividad en el tránsito internacional de mercancías en México; la logística e infraestructura del país, en particular su red vial, necesita modernización y expansión; simplificación de procesos en el despacho aduanero en coordinación con actores parte de la cadena logística y una coordinación entre autoridades de todos los ámbitos de gobiernos para permitir un tránsito ágil, eficaz y seguro por el territorio.
Laura Iliana Sánchez Corona
Experta en comercio exterior y aduanas. Licenciada en Negocios Internacionales, Licenciada en Derecho y Maestra en Derecho Aduanero y Derecho de Comercio Exterior. Encargada del área de Facilitación Aduanera en la Dirección General de Atención Aduanera y Asuntos Internacionales de la Agencia Nacional de Aduanas de México, con una experiencia de 15 años en el sector aduanero mexicano.
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