¿Por qué la Agencia Nacional de Regulación y Control y Vigilancia Sanitaria de Ecuador - ARCSA es crucial para la implementación de reformas de facilitación del comercio y cómo contribuye a aplicarlas?

La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (en adelante, el ARCSA), es una entidad gubernamental encargada de emitir las licencias sanitarias (Registros y Notificaciones Sanitarias) para la comercialización de un producto en territorio ecuatoriano. Además, el ARCSA otorga los licenciamientos y permisos de funcionamiento a los establecimientos en donde se producen o comercializan los siguientes productos: alimentos procesados, medicamentos, dispositivos médicos, cosméticos, productos naturales de uso medicinal, productos de higiene doméstica, plaguicidas de uso doméstico, es decir todos los productos que las personas pueden usar o consumir.

 
En ese contexto, existen más de quince mil productos registrados en el ARCSA, los cuales requieren diferentes trámites relacionados con las inscripciones, modificaciones y ampliaciones de licencias sanitarias. Por tal motivo, el ARCSA necesita contar con procesos ágiles y de personal competente y calificado para que los productos cumplan con los estándares de calidad y salud necesarios y, al mismo tiempo, se cumpla el objetivo de facilitar el comercio.
 
En ese sentido, es importante formularse la pregunta de por qué es crucial la implementación de reformas orientadas a la mejora de los procesos para facilitar el comercio por parte del ARCSA. A fin de proporcionar una respuesta, debe primero señalarse que, todos los productos que las personas en el Ecuador consumimos o usamos requieren de un documento previo de importación (registro sanitario), el cual es otorgado por el ARCSA, para poder nacionalizar las mercancías. De igual manera, en caso de exportar productos con valor agregado, el ARCSA debe necesariamente emitir los documentos legales que garanticen que el producto a exportar haya cumplido con los procesos y normas de higiene para su consumo. Así, mientras más rápido y eficiente se entreguen estos documentos al regulado, se tendrá tiempos más ágiles para el movimiento de las mercancías.
 
Para hacer más eficiente las actividades, el ARCSA cuenta con más del 80% de los trámites sistematizados y, para ello, hace uso de la Ventanilla Única Ecuatoriana (en adelante, la VUE). Esta herramienta está centralizada en otra organización que es el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (en adelante, el SENAE) de tal manera que, cualquier cambio debe ser coordinado con SENAE para poder ser implementado.
 
En ese sentido, un primer aspecto a mejorar sería que, siendo el ARCSA una entidad que maneja miles de productos, se establezca un proyecto conjunto para que el porcentaje restante de trámites identificados se puedan subir a la VUE. Algunos de los procesos que requieren ser subidos a la VUE son, por ejemplo, los Certificados de Buenas Prácticas de Manufactura.
 
Asimismo, se considera que la gestión de riesgo debería manejarse en la VUE, aclarando las diferencias que el riesgo sanitario tiene en comparación con los demás riesgos del comercio. Ello facilitaría tener un perfilador de riesgos común entre todas las entidades, lo cual es otro gran reto al momento de dar cumplimiento a las inspecciones conjuntas. De esta manera, en puerto o en frontera, los controles posteriores se realizarían enfocados en la sumatoria de los riesgos de todas las entidades que conforman el AFC y en las inspecciones posteriores que se podrían realizar de manera coordinada entre todas las instituciones, optimizando así los recursos del Estado y reduciendo los tiempos para el importador.
 
En ese sentido, se vienen implementando y mejorando los procesos al interior del ARCSA para efectos de dar énfasis a los controles posteriores, tal como lo determina el Decreto Ejecutivo N° 68, emitido en mayo del 2021. Al respecto, debe mencionarse que el uso de herramientas digitales durante las inspecciones posteriores sería también un proyecto que ahorraría tiempo durante las mismas y redundaría en beneficios para los usuarios de los servicios.