La mujer emprendedora y la facilitación del comercio

Claudia Ochoa
La perspectiva de género en la facilitación del comercio ha ido ocupando cada vez un espacio más importante. Ello, debido a que, en Honduras, la mayoría de la población es del género femenino. Por tal motivo, es relevante hacer referencia a las cifras y estadísticas en Honduras referidas a las mujeres. En primer lugar, corresponde señalar que los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples (EPHPM) de junio de 2019, muestran que, en Honduras, las mujeres constituyen el 51.7% de la población total, lo que en términos absolutos representa 4 735,920 personas, de las cuales, el 56.8% se concentran en el área urbana y 43.2% en el área rural.

En segundo lugar, respecto de las mujeres en el mercado laboral, de las 3 872, 052 mujeres que forman parte de la Población en Edad de Trabajar (PET), 1 602,446 se encuentran económicamente activas. Asimismo, en relación con la Ocupación de las Mujeres por Rama de Actividad, el 30.5% de las mujeres se encuentran trabajando en actividades de alojamiento y servicios de comida, la cual es una de las principales actividades realizadas por mujeres. De igual manera, las cifras indican que las mujeres desarrollan, en pequeña y mediana escala, agroindustrias caseras y artesanales tales como las panaderías, pastelerías, tortillerías, elaboración de productos lácteos, artesanías, fabricación de alfombras, tejedoras, entre otras, contribuyendo así a la producción y al incremento del ingreso en el hogar. Así, el 16.5% se dedica a la industria y el 7.8% a la agricultura. En consecuencia, estas ramas de actividad concentran más del 70% de las mujeres ocupadas del país. Cabe también señalar que el 43% de las mujeres en Honduras trabajan por cuenta propia, el 44% son asalariadas y el 13% son trabajadoras familiares no remuneradas. (i)

A partir de las cifras anteriormente mencionadas, se puede decir que en el país se presentan varios retos. En primer lugar, el reto de cómo incorporar a las mujeres al emprendedurismo, es decir, cómo romper con esas barreras que les impiden iniciar sus propios emprendimientos. Un segundo reto es cómo impulsarlas a colocar sus productos en mercados internacionales, es decir a realizar comercio transfronterizo y que puedan hacerlo dentro de la formalidad.

En Honduras, existen ventajas en el ámbito jurídico que permiten fortalecer las capacidades de nuestras mujeres emprendedoras. En ese sentido, a continuación, se mencionan algunas leyes e instituciones que promueven la igualdad de género, la protección a las mujeres, el apoyo al emprendedurismo, entre otras:

  • Según el Código de Comercio de Honduras (1950), que es de género neutro, cualquier persona mayor de edad (es decir, de 21 años o más) puede realizar actos de comercio. Asimismo, la Ley de Simplificación Administrativa (2002) insta a la agilización de los procedimientos administrativos en los negocios y otros asuntos para crear un clima favorable y competitivo para la inversión.
  • Los procedimientos y requisitos legales para el establecimiento, inscripción, obtención de licencias y operación de empresas en Honduras son idénticos para mujeres y hombres.
  • El Gobierno ha adoptado varias leyes y políticas destinadas a promover el emprendimiento y el crecimiento económico en Honduras, entre ellas la Visión de País 2010-2038, el Plan de Nación 2010-2022 y la Ley para el Fomento y Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (MIPYME) (2008). Al respecto, la Ley de MIPYME hace hincapié en la importancia de la igualdad de género.
  • El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), que es la mayor organización comercial empresarial de Honduras, estableció una unidad de género, desarrolló una política interna de género y se ha convertido en un gran aliado del Instituto Nacional de la Mujer (INAM).
  • El módulo de autonomía económica de Ciudad Mujer busca mejorar la participación laboral, la inclusión económica y la generación de ingresos de las mujeres hondureñas a través de una gama de servicios integrales que incluyen capacitación, intermediación laboral, análisis de mercado y apoyo técnico a las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME).
  • La Secretaría de Desarrollo Económico ha establecido dieciséis Centros de Desarrollo Empresarial y la Subsecretaría de la MIPYME, para promover el emprendimiento en las poblaciones vulnerables. Asimismo, la Subsecretaría colabora con Ciudad Mujer y ha lanzado el programa de Brigadas MIPYME.
  • El Centro Nacional de Educación para el Trabajo (CENET), con sede en Comayagua, imparte capacitación profesional en materia de negocios y emprendimiento a poblaciones desempleadas y subempleadas, principalmente a jóvenes y mujeres rurales.
  • La Secretaría de Agricultura y Ganadería cuenta con unidades de género y varios programas de desarrollo agrícola dirigidos a las mujeres rurales e indígenas y a los jóvenes de las zonas rurales.
  • La Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa ha creado el Programa de Emprendimiento de Mujeres de Francisco Morazán. (ii)
Estas normas e instituciones sientan las bases para la creación de micro y pequeñas empresas de mujeres que, en su mayoría, son las que forman parte del comercio transfronterizo. Así, impulsar a las mujeres microempresarias que aún no se encuentran formalizadas es importante para la facilitación al comercio. Ello en la medida que, si la actividad aduanera la realiza una emprendedora formalmente constituida, ésta tiene una ventaja frente a aquella que aún opera de manera informal, por lo que es un reto importante que se promueva la formalización de las mujeres microempresarias. De igual manera, a través de estas organizaciones y normas, se pueden generar capacitaciones o asesorías permanentes que le permitan a las mujeres realizar un comercio transfronterizo con mayores ventajas.

Asimismo, desde una perspectiva aduanera, en nuestro país se cuenta con sistemas informáticos que permiten que los auxiliares de la función pública aduanera realicen la transmisión electrónica al sistema informático del Servicio Aduanero de la información relativa a los actos, operaciones o regímenes aduaneros en que participen. Ello se encuentra establecido en el artículo 29 del Código Aduanero Uniforme Centroamericano (CAUCA) y evita la discrecionalidad del funcionario aduanero ya que, para la realización de controles aduaneros, se aplican técnicas de análisis de riesgo que permiten identificar y evaluar los riesgos. Así, si una mercancía es de bajo riesgo no tiene ninguna inspección por parte de aduanas, si es de mediano riesgo hay una revisión documental y si es de alto riesgo hay una revisión a los documentos presentados por el agente aduanero con la mercancía, con lo que se podría decir que, al momento de la realización de una operación aduanera, no hay incidencia en el sistema de gestión de riesgo por el género femenino, es decir, no existe un criterio incorporado en el sistema por este concepto. Por otra parte, al momento de la realización del intercambio de bienes en las fronteras, el CAUCA considera que el tráfico fronterizo sin fines comerciales se podrá eximir total o parcialmente del pago de los tributos a que esté afecto y que el tráfico de bienes con fines comerciales por un valor inferior a $1.000.00 estará exento de la presentación de una declaración.

De lo antes expuesto, se puede identificar la existencia en Honduras de fortalezas jurídicas y aduaneras, por lo que el desafío es incorporar a las políticas gubernamentales - y particularmente al tema de facilitación del comercio - una perspectiva de género a fin de fomentar la creación de unidades de género en las instituciones involucradas en el quehacer aduanero y dar apoyo y capacitación a las mujeres para que pasen de la informalidad a la formalidad en las micro y pequeñas empresas. Ello permitirá a las mujeres tener acceso a mayores recursos económicos para mejora de sus procesos productivos, verse empoderadas en el comercio y superar las barreras basadas en los estereotipos de género.

Una de las medidas del Acuerdo sobre Facilitación al Comercio que contribuye o contribuiría a que las MIPYME formadas por mujeres realicen ese intercambio de bienes con mayor fluidez es que todas las leyes, reglamentos, procedimientos, circulares estén debidamente publicadas ya que así se trataría de reglas transparentes a seguir, eliminándose así la discrecionalidad. Ello en tanto la transparencia en las publicaciones es y será una herramienta de uso continúo para todas aquellas organizaciones de mujeres, públicas o privadas, a fin de que puedan ser capacitadas en materia comercial-aduanera. En consecuencia, hay que llegar a las mujeres, principalmente, a las mujeres que realizan un intercambio de bienes en las fronteras como parte de esa gestión con perspectiva de género.

¡Adelante mujeres, aún tenemos mucho por realizar!

Claudia Ochoa

Consultora y especialista en materia aduanera y de comercio internacional. Licenciada en Administración Pública, con Maestría en Administración de Empresas y Diplomados en habilidades gerenciales y en materia aduanera y tributaria. Ha sido Consultora Nacional en facilitación del comercio para la implementación en Honduras del Reform Tracker de la UNCTAD. Ha sido Especialista Aduanero en el Proyecto de Modernización de la Aduana de Puerto Cortés-Unidad, Coordinadora de Proyectos-Servicio de Administración de Rentas y Especialista Aduanero en el Banco Interamericano de Desarrollo. Asimismo, ha ejercido la Jefatura de los siguientes departamentos o divisiones de la Dirección Ejecutiva de Ingresos: Departamento de Fiscalización, Departamento de Gestión Aduanera, División Nacional de Aduanas, Departamento de Agentes Aduaneros y Departamento de Valoración. Ejerce la docencia universitaria y es catedrática en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.


 (i) https://www.ine.gob.hn/V3/2020/01/25/caracteristicas-de-las-mujeres-en-honduras-2019/
 (ii)  https://www.americanbar.org/content/dam/aba/directories/roli/misc/wage-wee-honduras-spanish-barriers-report.pdf

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